¿Tu perro tiembla? Descubre por qué
El comportamiento canino a veces nos plantea situaciones tan desconcertantes como la de los temblores. ¿Por qué tiemblan los perros? Aunque resulte llamativo, esos movimientos involuntarios no tienen por qué alarmarte. A través de la observación y de la ayuda de un especialista es posible averiguar el origen de esos contoneos.
¿Es normal que mi perro tiemble?
El temblor en los perros no es un síntoma que se pueda asociar a una determinada edad o a una raza en concreto. Todos los perros tiemblan, en mayor o menor medida, como consecuencia de estímulos internos o externos.
No te pongas en lo peor. Lo habitual es que el temblor tenga una explicación sencilla y que no revierta ninguna gravedad. No obstante, si percibes que los temblores son persistentes y que no están asociados a ninguna causa que te resulte fácil reconocer, es importante pasar por la consulta del veterinario.
Los episodios de temblores recurrentes pueden tener su origen en una enfermedad patológica como el moquillo vírico, parásitos o síndrome de Shaker (inflamación de cerebelo). En los casos preocupantes, el temblor está acompañado de otros síntomas como los vómitos o la pérdida de equilibrio, por lo que hay que estar muy atentos a todas las características de estos episodios.
Casusas de los temblores en los perros
Evitemos ser alarmistas. Todos queremos mucho a nuestras mascotas y deseamos que gocen de un perfecto estado de salud. Los temblores en los perros no son sinónimo de que exista un problema. Hay que abordarlos con tranquilidad y actuar de acuerdo a las características de cada situación.
¿Por qué tiembla tu perro? Los motivos internos o externos por los que se producen los temblores en los perros pueden ser de diferente naturaleza, aunque podemos dividirlos en dos grupos:
- Razones físicas
- Frío: es habitual en los canes de poco pelaje o de peso reducido. Puedes controlar su temperatura corporal con prendas especiales para perros o acomodándolos en una cama para perros adaptada a sus necesidades.
- Fiebre: cuando el temblor no está relacionado con una causa externa y el animal no ofrece respuesta a otros estímulos, la presencia de fiebre es una posibilidad. La temperatura de un perro se realiza por vía rectal. Lo mejor es llevarlo al veterinario.
- Dolores: el desgaste físico de tu mascota, los problemas de artritis y los dolores musculares también derivan en temblores esporádicos. Es posible que el veterinario te recomiende algún tipo de analgésico y descanso.
- Hipoglucemia: las bajadas de azúcar son comunes en los perros pequeños. Si tu mascota ha hecho un sobreesfuerzo y empieza a temblar, prueba a darle algo de comer.
- Tratamientos farmacológicos: los perros no responden igual a todos los medicamentos. No suspendas el tratamiento hasta consultarlo con el veterinario, pero es probable que los medicamentos le estén provocando algún tipo de efecto secundario.
- Trastornos neuronales: a edades avanzadas el sistema neuronal de tu mascota se irá desgastando. Los tics y temblores, sobre todo en las patas traseras, son habituales en los perros viejos. Harán falta pruebas diagnósticas para determinar si se trata de una enfermedad como la epilepsia o el síndrome de Shaker.
- Razones emocionales
- Ansiedad: los temblores pueden ser el reflejo del estrés que tu mascota está experimentando en un momento determinado. Un buen paseo lo ayudará a canalizar toda la energía que le sobra y a recuperar la tranquilidad.
- Miedo: no van a morderse las uñas ni a taparse los ojos como haces tú cuando ves una película de miedo. Cuando un perro está asustado, tiembla. Un sonido, una situación desconocida, la inseguridad de toparse con otros animales… Son muchos los motivos por los que tu perro puede sentirse amenazado. Desaparecida la causa del miedo, se esfumarán también sus temblores.
- Excitación: ¿cuántas veces no habrás visto a tu perro menearse a lo Shakira cuando llegas a casa? Los temblores no tienen por qué ser algo negativo. También son la expresión de una alegría incontrolable.
Cuando llevas tiempo conviviendo con tu mascota conoces bien sus hábitos, sus manías y sus fobias. Ante cualquier sospecha de que sus temblores no son comunes, lo mejor es que acudas al veterinario. Tanto si los síntomas son de origen físico como psicológico, encontrará un tratamiento para ponerle solución a esos tembleques.